De la reproducción en blanco y negro al escaneo a color
Las fotocopiadoras han recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos como máquinas de reproducción en blanco y negro. En las décadas de 1950 y 1960, las primeras fotocopiadoras utilizaban el proceso de xerografía para producir copias en papel común. Estos dispositivos eran voluminosos y requerían un tiempo considerable para calentarse antes de poder realizar las copias.
Con el paso de los años, las fotocopiadoras han experimentado una notable evolución tecnológica. A medida que avanzaba la década de 1970, surgieron las primeras fotocopiadoras que podían imprimir en color, lo que abrió un mundo de posibilidades en términos de presentaciones visuales y reproducción de documentos a todo color.
La tecnología no solo nos permite replicar el pasado, sino también crear el futuro."
La siguiente gran innovación en las fotocopiadoras llegó con el advenimiento de los dispositivos multifuncionales. Estas máquinas revolucionaron la forma en que las empresas gestionaban sus necesidades de impresión y copiado, al combinar la función de fotocopiadora con otras características, como el escaneo, la impresión en red y el envío de fax. Esto permitió una mayor eficiencia y productividad en el entorno de oficina. En la era digital, las fotocopiadoras también se han adaptado a las necesidades de la sociedad moderna. Los modelos más recientes ofrecen características avanzadas, como la capacidad de escanear documentos directamente a correos electrónicos o servicios de almacenamiento en la nube, lo que facilita el intercambio y la organización de la información.